Empujando la vibración sexual

La forma más fácil de excitar a tu sumisa sin mucho esfuerzo es le permiten lamer los pies de la señora. Teniendo un fetiche de pies, estará más que feliz de obtener sólo esto y de pasar su lengua por mis pies para alcanzar su placer.

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Ser una sumisa no siempre es fácil, especialmente al principio de la relación femdom. Todos somos seres humanos con sentimientos, emociones, instintos y una cabeza para pensar. Bloquear todo esto requiere una enorme creencia en lo que estás haciendo, en el hecho de que anularte por otra persona es el camino que has decidido seguir.

Ante las humillaciones verbales o psicológicas, más o menos suaves, no es evidente mantener la calma, o no rebelarse o enfadarse, y seguir con la cabeza gacha lo que estaba haciendo. Un buen sumiso puede controlar todo esto, y convertirlo en un comportamiento natural. No hay reacción posible, salvo someterse.

Sucedía, sobre todo al principio, que mi sumiso reaccionaba de una manera que no se ajustaba a su papel. A menudo se acercaba a mí, excitado y un poco exagerado. La única manera de corregir este comportamiento inadecuado para una relación femdom es castigarlo.

Le hice doblar toda la ropa que acababa de lavar. Esta operación debe hacerse bien, según mis instrucciones, para que yo esté satisfecho con el resultado obtenido. Si es así, puedo darle una recompensa para demostrarle que lo ha hecho bien y que aprecio su trabajo.

Una de las prácticas que utilizo como recompensa es el lamido de pies del Ama. A él le encanta lamerme los pies, y a mí me encanta ver cómo lo hace. Lo miro de arriba a abajo, y compruebo que lame cómo y dónde me gusta.

Si el resultado me satisface, como recompensa extra le permito incluso tener un pequeño orgasmo.