Tiempo de oficina

Tu relación femdom está casi completa cuando eres dueña de tu sumiso, cuando él pierde su identidad y cuando finalmente se convierte en un objeto. Al final, cuando lo necesites, él también se convertirá en tu mueble humano femdom.

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Cuando alcanzas cierta madurez en tu relación femdom, es hora de seguir adelante.
Lo básico ya está establecido, la dominación forma parte de la vida cotidiana, lo que permite mantener cierto contacto humano entre Ama y sumiso.

Una vez traspasado este límite, la relación humana decae. Se crea un desapego tal que el sub acaba convirtiéndose en un simple mueble humano femdom.
Hemos llegado aquí, a ese momento en el que mi sumisa es considerada poco más que un objeto.

Mira ese sucio y asqueroso submarino mío. Mira la postura. Tan patético.

Sólo me desea... todo el cuerpo y, por supuesto, mi coño.

El caso es que... casi nunca lo consigue. Mi coño es el apogeo de sus deseos, lo sé. Por eso incluso su vista se reserva para momentos muy cortos y raros.

Hoy estoy de buen humor y le di mis piernas y mis pies, se le permite alimentar su excitación sólo a través de ellos.