Tortura de suelas rojas

Como tiene un fetiche por los zapatos, sobre todo los de tacón alto, A menudo hago dominación de zapatos con él. Me burlo de él empujando mis tacones sobre su cuerpo, o pasándolos por su cara sin permitirle lamerlos.

Estoy relajada en la cama, en una posición tranquila y cómoda. Mi sumiso está en la habitación, en el suelo, tengo mis pies sobre él. Estoy pensando dónde ir de fiesta esa noche... Pero primero quiero torturar un poco a mi sumiso. ¿Por qué no usar la tortura del zapato?

Me siento sobre su cara y empiezo a torturarle con mis suelas rojas. Aprieto mis afilados tacones directamente en sus muslos. Él sufre sin hacer ningún ruido. Pero lo que más me gusta es patear su dura polla, aplastarla y frotarla con mis zapatos.

Ahora que estoy lista para irme, lo dejo solo en la habitación y salgo. Me esperará allí, despierto, sin quejarse, hasta que vuelva.